Ref.: REVE-05015
German Submarine VII C Wolf Pack
Caracteristicas
Maqueta en plastico a escala 1/72 para montar y pintar de la marca Revell . Longitud del modelo: 933 mm.
Historia
El U-Boot tipo VII-C es el submarino alemán más conocido de la 2ª Guerra Mundial, de hecho se le conocía como "El caballo de batalla" de la Kriegsmarine. Se construyeron muchas unidades que eran mejoradas constantemente (la versión tipo VII-C fue una de las últimas), solamente de esta versión se llegaron a fabricar nada menos que 568 unidades. Este submarino estaba equipado con cuatro torpedos de proa y uno de popa, que lo convertían en un arma realmente temible, con un poder de destrucción desproporcionado para el tamaño de la nave. La tarea que se asignaba a estos submarinos era la lucha contra las líneas de suministro inglesas, intentando impedir que el enemigo se aprovisionase de todo aquello que necesitaba para resistir: carbón, acero, combustible, alimentos, etc..., el objetivo no eran los barcos de guerra de la Royal Navy, eran los buques de transporte. En determinados momentos de la guerra, Inglaterra se encontraba casi "estrangulada" por esta táctica. Winston Churchill llegó a decir que estos submarinos eran "lo que más le había preocupado durante la contienda", los 2.848 barcos hundidos (14 millones de toneladas) pueden dar fe de ello. Los "Lobos Grises", apelativo con el que se conocía a los tripulantes de submarinos alemanes, "cazaban" en grupo, extendían líneas a través del océano para interceptar buques de suministro. Esta táctica, "manada de lobos", se orquestaba desde el cuartel general del arma submarina, ideada por su comandante en jefe, el almirante Karl Dönitz. En un principio, los buques aliados viajaban prácticamente en solitario, siendo altamente vulnerables ante ataques submarinos, por ello empezaron a organizarse en convoyes escoltados por barcos de guerra, generalmente destructores. Cuando uno de estos convoyes, compuestos por decenas de barcos, era detectado por alguno de los submarinos de la "manada", avisaba rápidamente a todos los que estuvieran en las inmediaciones, ya que la "manada" se encontraban en comunicación contínua por radio. Una vez reunidos, los atacantes disponibles rodeaban al convoy y esperaban generalmente a la noche, lanzando sus letales torpedos. En estas batallas los convoyes sufrían enormes pérdidas pero una vez lanzados los torpedos, los submarinos se delataban y también recibían los ataques de los escoltas. Al conjunto de estos numerosos encuentros se le denomina históricamente como "La Batalla del Atlántico", que prácticamente finalizó el último día de la guerra. En el comienzo de la contienda, los submarinistas alemanes se acostumbraron al éxito, a esta época se la conocía entre los tripulantes de U-boot como "los tiempos felices", pocas bajas y muchos barcos enemigos hundidos, debido, entre otras cosas, a la inexperiencia entre los marinos aliados en la guerra antisubmarina.